​
El Centro de Investigación de Nueva Generación, situado en la península de Caen, Francia, fue construido, en el año 2015, por Stépahnie Bru y Alexandre Therior, quienes componen el grupo Bruther.
Ellos buscaban crear un lugar público que sea capaz de expandir los usos y crear conexiones entre funciones y programas permitiendo la libertad, la discusión, el debate y la transparencia. Es por eso que piensan en un espacio que sea flexible para que pueda adaptarse a la variedad de usos que se pretendían. Entendido como un edificio herramienta más que como un edificio híper definido.
El principal recurso es el de ahorrar espacio con una planta baja libre. El grupo Bruther propuso construir una estructura de hormigón prefabricada, que determina pisos libres materializados con vigas de perfil de acero y steel deck, que se ajustan perfectamente a las necesidades de flexibilidad que ofrecía el programa.
Se trata de tres bandejas, con una superficie libre de 520 m2 y seis metros de altura en cada piso, conectadas por dos núcleos verticales que van uniendo los distintos niveles hasta la azotea. Estos núcleos de servicio están ubicados en los costados, liberando completamente el espacio de uso y soportando las tres plataformas.
​
​
La idea fue la de superponer diferentes capas para separar lo que es la estructura de la fachada. Usaron varias tecnologías de fachada como un bricolaje: al tener las tres plantas con dobles alturas, por razones económicas, lo que hacen es alternar elementos, como carpinterías de vidrio y ETFE transparente.
El ETFE es un tipo de polímero termoplástico con gran resistencia al calor, a la corrosión y a los rayos UV. Es una buena alternativa al vidrio ya que pesa 100 veces menos, deja pasar más luz, es más aislante, y más económico. Además, es fácil de limpiar y reciclable. Estas membranas de ETFE, de muy poco espesor, se soportan mediante marcos perimetrales de aluminio sujetados a la estructura del edificio y se inflan como una burbuja usando una pequeña bomba que lleva aire por un suministro principal, que circula el aire a través de una manguera. Cubren los 18 metros de largo de la facha por 3 de alto, ya que los otros 3 metros de altura en cada piso se cubren con carpinterías de vidrio que son las que permiten las visuales al exterior y la ventilación. Por eso este collage y combinación de ambos elementos en la fachada es muy eficiente para logran un clima en el espacio interior óptimo.
​
​
En el piso de la azotea nos encontramos con una cúpula prevista para eventos públicos, que está soportada por una estructura de acero tubular cubierta por un lado, en la parte inferior, por paneles extrusionados de policarbonato y por el otro por un cerramiento plástico tipo membrana tensada, a toda la estructura inferior y superior de los tubos metálicos de la cúpula. La flexibilidad de esta membrana es la que permite cubrir perfectamente la luz proyectada para este espacio, y sigue también con la idea de bricolaje y el uso de materiales económicos que buscaban los arquitectos.
El proyecto se piensa entonces como una superposición de atmósferas y climas, usando el plástico como un elemento esencial en las distintas fachadas, porque muestran al exterior la diversidad y flexibilidad que se busca en el interior, reforzando la idea principal del proyecto, de tener la máxima disponibilidad e independencia en el uso del espacio, con la mayor entrada de luz.
​
​